2016-12-25

167.- Consciencia en las Súper Inteligencias Artificiales


La consciencia en las Súper Inteligencias Artificiales: moviendo el tema más allá de las ideas comunes.

Autor: Atilio

Como se lee en la entrada N° 140 de este blog, "Los tres grandes misterios que los creyentes generalmente enrostran a los ateos son: el inicio del universo, el inicio de la vida y el fenómeno de la consciencia".

Con respecto al universo, sabemos lo que ha sucedido desde 3 billonésimas de segundo después del Big Bang hasta ahora. Con respecto a la vida, sabemos que la naturaleza produce todos los elementos necesarios para la misma y todos los pasos necesarios hasta prácticamente la biogénesis misma. Los pequeños detalles que faltan no justifican ni remotamente la existencia de un agente celestial creador de todo el universo con nosotros en mente y todas las fábulas primitivas que se dicen del mismo. Creer a partir de estos interrogantes es simplemente un acto de ignorancia en cuanto se refiere a estos temas cosmológicos y biológicos.

¿Y qué pasa con la consciencia?

2016-12-15

166.- Filosofía vs. Ciencia, según Ratzinger


Joseph Ratzinger
El profesor de filosofía Miguel Pastorino publicó la siguiente reflexión de Joseph Ratzinger, actual papa emérito Benedicto XVI:

"La filosofía tiene una estabilidad y universalidad propias que son, en varios aspectos mucho mayores que las de las ciencias de la naturaleza: las obras de Platón, Agustín, Tomás de Aquino, Pascal o Hegel son hoy tan actuales como en su origen. Las obras de los pioneros de la ciencia natural son en cambio, solo prehistoria." (Ratzinger, Fe y filosofía, 1973).

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Se propone como tema de discusión.

2016-12-01

165.- Interpretaciones tras la parálisis del sueño


Autor: Riskov

La parálisis del sueño aislada es un trastorno del sueño sorprendentemente común que se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia, ya sea en los momentos previos a conciliar el sueño o en el momento del despertar. Quien la sufre, despierta bruscamente teniendo plena consciencia de sus pensamientos pero manteniéndose paralizado físicamente. Como si del síndrome del enclaustramiento se tratara, la persona se siente atrapada en su propio cuerpo. Sin embargo, no existe peligro alguno para la vida, pues los músculos respiratorios siguen funcionando automáticamente.

Aunque el afectado puede abrir los ojos, no es capaz de emitir sonido ni mover músculo alguno, lo cual le genera una considerable sensación de angustia y de temor por estar sufriendo un episodio de una enfermedad grave. Por si fuera poco, al encontrarse en un estado de limbo entre el sueño y la vigilia, la persona suele padecer alucinaciones auditivas y visuales que generalmente coinciden en una intensa sensación de presencia y de movimiento en torno a su cuerpo inmóvil.